Yo
digo NO, y declaro la guerra, y no la declaro contra ningún pueblo
indefenso, no; yo desde mi libertad, declaro la guerra a la
Injusticia, y entiéndase bien, no es una guerra con armas, no, es
una guerra de voluntad, y con la única arma de la que dispongo, con
mi palabra.
Cuando
en el mundo, miles de personas mueren de hambre, otras miles mueren
de Sida, otras son vilmente asesinadas, por vaya usted a saber quien;
cuando en el mundo solo se oyen los cascos de jinetes aplastando
cabezas, alguien mira al cielo, y dice no, ya basta, nunca más.
Millones
de corazones aletargados solo esperan un bombeo de sangre que les
haga latir al unísono cuan uno solo; millones de conciencias
adormiladas se van despertando todas a un grito; millones de
individuos están hastiados de tanta falsedad y cuando todos juntos
dicen no, hasta el ser más grande hace caso y se da cuenta de que ya
es hora de hacer las cosas con buena voluntad y de una vez para
siempre.
¿Que
soy, mas que una simple hormiga? Dos hormigas son un par, juntando
varios pares de hormigas levantan una piedra, ¿qué pasaría si se
juntan varios hormigueros? Pues quizás sean capaces de hundir
cualquier bunker de hormigón armado; a lo mejor si se unen todas las
hormigas hambrientas y sedientas de pan y Justicia, a lo mejor se
comen toda la podredumbre de esta hipócrita y mal llevada sociedad.
Mi guerra no es para anexionar
territorios ajenos, en mi guerra no vale ni un muerto más. En mi
guerra no habrá bombardeos, ¿utópico? No. Algo que ya esta
sucediendo no puede considerarse utopía, es un echo constatado.
Gracias a la potestad que nos dieron a todos al nacer, me refiero a
la capacidad de pensar por uno mismo, y gracias a que no es solo mi
guerra, sino que es también la tuya y la de todos, aunando
voluntades llegaremos ha hacer de esta sociedad algo de lo que el ser
humano se sienta orgulloso, simple y llanamente haremos una sociedad
Humana.
Manuel
Sánchez Diego
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